Si estás leyendo este artículo es que probablemente te estés preguntando si vale la pena crear una empresa en forma de sociedad limitada o continuar o empezar siendo solo autónomo.
Elegir bien la forma jurídica en la que emprendes puede afectar mucho en el futuro, especialmente en relación a la carga fiscal, pero también a los costes y el nivel de responsabilidad del patrimonio personal.
El recorrido más común que realizan la mayoría de emprendedores es iniciar su actividad como autónomo, y a medida que el negocio crezca, constituirse como sociedad.
En este artículo vamos a ver las claves a tener en cuenta para saber cuándo dar el paso de dejar de ser autónomo a crear una sociedad limitada, y por qué es conveniente hacerlo.
¿Por qué debería pasarme de autónomo a empresa (sociedad limitada)?
- Reducir la carga fiscal
Un autónomo tributa en Impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), un impuesto que va escalando por tramos según aumente tu volumen de ingresos, siendo los tramos máximos el 45% para rentas superiores al 60.000€ anuales, y del 47% las de más de 300.000€; aunque puede variar dependiendo de la comunidad autónoma.
En cambio, la tributación como sociedad limitada es bajo el Impuesto de Sociedades (IS), un tipo de gravamen más favorable, ya que es de un 25% independientemente del volumen de ingresos, además las nuevas sociedades pueden reducirlo a un 15% siempre y cuando no hayas ejercido la misma actividad como autónomo.
Por lo que hay una considerable diferencia entre pagar un 15-25% como sociedad a un 47% como autónomo.
- Protección del patrimonio propio
Siendo autónomo no tienes protección de tu patrimonio personal ante gastos que no puedas afrontar o deudas. Por ejemplo, si no puedes pagar tu cuota de autónomo, la Seguridad social embargaría el importe de tu cuenta bancaria. Cualquier proveedor podría saldar su deuda contigo con tus bienes personales (ahorro, casa, coche, etc.)
En una sociedad limitada, como su propio nombre indica, el patrimonio está limitado al capital aportado por los socios. Por ejemplo, para crear una sociedad limitada se requiere un mínimo de aportación por parte de los socios de 3000€, si esta sociedad quebrase con deudas que no puede afrontar, solamente se respondería con los 3000€ ya aportados y los propios bienes que tenga la sociedad, pero no con el patrimonio personal de sus socios (siempre y cuando hayan actuado y gestionado la sociedad de buena fe).
- Reputación e imagen corporativa
Operar como empresa siempre da un plus de profesionalidad de cara a proveedores, clientes y entidades. También suelen tener más capacidad de negociación como otras empresas y entidades bancarias o programas para obtener financiación donde los requisitos es ser empresa.
- Tener socios
Como autónomo no es posible trabajar con socios como tal, si hay mucho trabajo y necesita repartir tareas, lo único que puede hacer es contratar a alguien o colaborar otro autónomo, fijando acuerdos verbales en las responsabilidades, obligaciones y trabajo.
Como sociedad limitada se puede oficializar mucho más la repartición de tareas, obligaciones y responsabilidades si se quiere trabajar en equipo junto a un o varios socios. Ya que se puede regular mucho mejor para evitar problemas futuros a través de un pacto de socios, repartición del capital aportado, etc.
¿Cuándo es el mejor momento para dar el salto de autónomo a sociedad limitada?
Si bien la respuesta correcta sería un “depende de cada situación” y según el peso que se le de a los 4 puntos mencionados anteriormente, podría establecerse una serie de condiciones generales en el que está demostrado que es más conveniente y rentable operar como una sociedad limitada que como autónomo.
- Es beneficioso fiscalmente operar como sociedad si tus ingresos anuales superan los 40.000€. Eso lo sabrás cuando tu asesor te prepare la declaración de la renta y estudiéis juntos la viabilidad de la misma.
- Es conveniente operar como sociedad si te preocupa mucho tu patrimonio personal y quieres protegerlo antes proveedores o en caso de que la empresa vaya mal.
- Es conveniente ser una empresa si para tu negocio tiene mucha importancia asociarse y trabajar con otras empresas (especialmente si son grandes).
- Es recomendable y hasta obligatorio, ser una sociedad si tu negocio necesita financiación de cualquier tipo, sea a través de entidades bancarias, programas de crédito público (por ejemplo, los programas ENISA), inversores privados, fondos de inversión capital riesgo, etc.
- Si tu negocio como autónomo va creciendo en ingresos (más de 40.000€ anuales) y, además, necesitas contratar más trabajadores continuamente y profesionalizar la operativa por departamentos especializados.
- Por último, si es importante para tu negocio trabajar junto a otra u otras personas, es recomendable crear una sociedad juntos y establecerse como socios por su mayor nivel de regulación.
